De la naturaleza es obra
esa bonita hiedra de encarnada hoja;
del hombre, la no menos bonita
pared de piedra que la hiedra escala.
Pero, qué carajo, el mismo hombre
es obra de la naturtaleza;
de la misma naturaleza que si dejamos a su bola
acabará inundando esa pared de raíces y hojas
para después echarla abajo.
La destructiva naturaleza crea belleza por accidente;
nosotros, meros accidentes de esa misma naturaleza, la imitamos
¿qué coño hace ese cable rompiendo la previsible armonía de la imagen?
esa bonita hiedra de encarnada hoja;
del hombre, la no menos bonita
pared de piedra que la hiedra escala.
Pero, qué carajo, el mismo hombre
es obra de la naturtaleza;
de la misma naturaleza que si dejamos a su bola
acabará inundando esa pared de raíces y hojas
para después echarla abajo.
La destructiva naturaleza crea belleza por accidente;
nosotros, meros accidentes de esa misma naturaleza, la imitamos
¿qué coño hace ese cable rompiendo la previsible armonía de la imagen?
(en la foto, hiedra sobre pared de piedra de una casa del Sobrarbe, Nov 2005)
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